Para Giovanna Romo, la actuación no es solo una profesión, es una forma de vivir con pasión. Desde pequeña jugaba a ser otros personajes, pero fue al estudiarla que comprendió que actuar es una disciplina profunda, que requiere entrega emocional, corporal y mental.
Con una carrera que comenzó en telenovelas como A corazón abierto y Tres familias, Romo encontró un punto de quiebre personal y profesional en el colectivo humorístico Backdoor, donde aprendió a cuestionarse, escuchar y salir de su zona de confort.
En 2025 protagonizó ¡Qué huevos, Sofía!, un papel que considera el más complejo de su carrera. Sofía es una mujer rota, madre soltera y alcohólica, que desafía estigmas y estructuras corporativas. “Fue desgastante, pero un placer darle voz a una mujer tan real”, confiesa.
Giovanna se define como una actriz versátil, con una fuerte conciencia social. Su mayor deseo: dejar un legado que conmueva, inspire y refleje humanidad.
Siempre intento ponerme en el lugar de las personas
¿Cuándo te diste cuenta de que actuar no era solo una pasión, sino una forma de existir en el mundo?
Giovanna Romo: Desde niña tuve un gusto por la actuación. Sentí que era algo divertido jugar a ser alguien más… pero conforme la estudiaba, me di cuenta y me enseñaron que es una disciplina, que hay que tomársela muy en serio para emprender este camino, que no todo es lo que se ve: fama, glamour, fotos, entrevistas, “reconocimiento”. Eso creo que podría ser un 30 %. Hay que de verdad tener esa pasión, tener la mente, el cuerpo y las emociones accesibles y abiertas para aprender, para escuchar, moverse, observar… tener la sensibilidad para construir un personaje y prestarle tu ser a otro. Es un acto de generosidad… para después desprenderse y volver a ti. Eso es por el lado laboral… pero en el lado personal es llegar a casa y entender los altibajos, la inestabilidad, el RECHAZO, el ojo público, las críticas, todas las veces que se busca una oportunidad haciendo miles de pruebas para que te acepten en un proyecto. Definitivamente se requiere de mucha perseverancia, paciencia, amor propio… No sé si sea una forma de existir en el mundo, pero creo que es mi forma de vivir la vida con pasión en el mundo.
Si tuvieras que describirte artísticamente en una sola frase, ¿cuál sería?
GR: Describirme en una frase… sería muy limitante… quizás lo diría en una palabra que abarque todo: “versátil”. Un actor tiene que estar abierto a conocer y prestar su ser para personificar todo.
¿Qué episodio de tu trayectoria artística te transformó más como persona?
GR: Todos los proyectos que he hecho me han enseñado algo, pero el episodio que creo que más me ha transformado, y al cual le tengo un cariño muy especial, es el haber entrado a Backdoor… a nivel personal y profesional. Profesionalmente, es el proyecto que más puertas me ha abierto y más me ha dado a conocer. Y personalmente, el tipo de humor que se hace es delicado, toca todos los temas: sociales, educativos, sexual, de religión, política, género, etc. Por lo tanto, cuando teníamos lecturas de guión se cuestionaban cosas, se profundizaba en el tema, y me ha hecho cuestionarme muchas cosas de las cuales antes no las tenía tan conscientes. Y, desde luego, trabajar con compañeros y directores tan distintos, humanos, divertidos y talentosos me hizo exigirme más, salirme de mi zona de confort.
Darle vida a uno de los personajes más complejos que he hecho me resultó revolucionario en mi carrera
¿Cómo lidias con la expectativa estética que se impone sobre las actrices?
GR: Pfff… intentando no compararme, no ser tan dura conmigo, alimentar mi mente, mis conocimientos, mi talento, depositando mi valor en mi ser, mi autenticidad, mis dones, mi universo espiritual. Obvio me gusta verme bien, cuidarme, hacer ejercicio, me gusta sentirme bien con mi físico, pero hay cosas que no se pueden evitar. Hay que asumir la edad, el tiempo, las etapas, el momento que se está viviendo y entender que la realidad es que TODOS estéticamente no podemos vernos siempre de “cierta forma”. El cuerpo cambia: las arrugas, las canas, las hormonas, el estado emocional. Pero creo que en la sociedad y en este medio nos toca más duro a las mujeres, se genera más expectativa sobre cómo hay que verse, tenemos más “responsabilidad”, se nos exige más. La lupa de la cámara está ahí todo el tiempo, encima te aumenta todo, y no es lo mismo levantarte todos los días y verte en el espejo, gustarte, decirte “qué bien te ves”, a estar en el ojo del público que muchas veces está opinando más sobre tu apariencia que tu trabajo actoral. Y entonces tienes que estar con el discurso mental de darte amor y valor por otros medios que no son los estéticos, porque muchas veces te quitan un personaje porque no cubres ciertos “requisitos” físicos. Y por más que hagas la audición más increíble, no encajaste en el perfil…
GR: Creo que la Giovanna artista que conocen las personas ha sido más por el lado cómico, relajado, algunas veces seria (en lo laboral)… y el género que más proyectos he hecho es la comedia, que es por donde más se me han abierto puertas y me ha dado momentos increíbles, divertidos, de crecimiento… los cuales estoy muy agradecida. Pero la Giovanna persona que mucha gente no conoce es sumamente sensible. Soy muy chillona, juguetona, tengo el espíritu de justiciera, siempre intento ponerme en el lugar de las personas. La gente piensa que soy súper fit, amo comer, es de mis cosas favoritas en el mundo. Soy bromista, tengo un humor negro, sarcástico, y a veces piensan que soy súper sociable, pero me cuesta abrirme. A las personas les cuesta acercarse a mí porque a veces parece que tengo jeta, ¡pero así es mi cara! Jajajaj.
¿Cómo cuidas tu salud mental en un medio tan inestable y competitivo?
GR: Leyendo, escribiendo, tomando terapia, haciendo ejercicio, siendo consciente de que este medio tiene altas y bajas y uno no puede estarse comparando con el proceso o la carrera de los demás… Se viven más rechazos que oportunidades, y aún así uno sigue persistiendo… Hay que aplaudir todos los pasos que se van construyendo en el camino y rodearse de personas que reafirman tu valor, que admiras, que nutren, que están en las malas pero que también les da gusto cuando brillas y no se sienten amenazados por tu crecimiento y por tus logros.
En 10 años, ¿cómo te gustaría que Giovanna Romo se viera a sí misma como profesional?
GR: Reconocida por haber sido una actriz versátil, que no se me encasille en una sola cosa, que hizo diferentes personajes y géneros: en la tele, en el cine, en el teatro… como una actriz completa, que dejó un mensaje o que conmovió al público con su trabajo.
Entrevista: Daniele Leite
RP: Zuma Talent
Fotos: Cortesía